El Click de la Inspiración
1 de abril de 2024
Menú
Visitar Pompeya con niños es una oportunidad única para conocer la historia de una de las ciudades más importantes de la antigüedad de una manera divertida y educativa.
¿Te imaginas caminar por las calles de una ciudad que quedó sepultada por la erupción del volcán Vesubio en el año 79 d.C.?
¡Eso es exactamente lo que te espera en Pompeya! Acompáñanos en nuestra experiencia y descubre con nosotros lo que aprendimos en nuestra visita con niños.
Antes de comenzar contando nuestra experiencia quería contarles cómo nos preparamos para poder visitar Pompeya con niños y no volvernos locos en el camino.
Pompeya es una de las atracciones turísticas más conocidas y visitadas de Italia, lo que hace que siempre haya mucha gente. Una buena planificación de la visita es clave para poder disfrutar al máximo y sacarle todo el jugo a esta experiencia.
Si algo he aprendido en estos años de viaje con niños es que una bolsa bien preparada es la salvación a muchos momentos de estrés. Por ello es importante saber qué llevar exactamente.
Para nosotros, que sabíamos que pasaríamos el día entero dentro del recinto, era primordial el llevar comida para el almuerzo. por supuesto también fruta y algún que otro fruto seco o galletas para los tentempiés pertinentes.
Agua es primordial, dentro hay fuentes pero si llevamos las botellas recargables no pasaremos sed en nuestra visita.
Por último, en nuestra bolsa no puede faltar la crema solar, botiquín pequeño con las cosas básicas y gorras.
Además, por supuesto, puedes agregar cualquier otra cosa que sea imprescindible para tu familia.
Tengo que decir que nosotros no fuimos previsores y las compramos en taquilla. Hay que recalcar que fuimos en enero y no es temporada alta. Aún así para estar seguro de que el viaje no ha sido en vano te recomiendo sacarlas por internet.
Los menores no pagan entrada y la de los adultos cuesta unos 18€ (aunque el precio puede variar) por ello te recomiendo que consultes su página oficial y así no tienes sorpresas.
Otro dato importante a la hora de planear tu visita es que la ENTRADA es LIBRE cada primer domingo de mes, así que si puedes compaginar tu visita para ese día no tendrás que gastar dinero. Eso sí, asegúrate de ir temprano porque tiene aforo reducido para ese día.
Al llegar a Pompeya, no podíamos contener nuestra emoción. Después de todo, ¿quién no ha oído hablar de esta antigua ciudad romana, enterrada bajo las cenizas del volcán Vesubio? Y si lo haces con amigos mejor que mejor.
Tuvimos la suerte de vivir esta experiencia con otra familia lo que hizo que todos disfrutaramos mucho de nuestra visita.
Hay dos puertas para entrar, nosotros elegimos entrar por la que se encuentra en la Plaza Esedra y comenzamos nuestra visita por los teatros. Sin embargo podemos hacer el recorrido cómo queramos, les podemos asegurar que una vez dentro terminas viendo todo… o casi todo.
Apenas entramos recorrimos los dos teatros y hablamos sobre qué obras se representaban en el Imperio Romano y cómo funcionaban los teatros en esa época. Aprovechamos las escalinatas del teatro para hacer la parada técnica del almuerzo y así disfrutar del resto del día.
Después de comer comenzó el periplo por Pompeya. A medida que caminábamos por las calles, podíamos imaginar cómo debía ser la vida allí hace más de 2000 años.
Fue interesante descubrir algunos de los tesoros escondidos de Pompeya. Desde los mosaicos de las casas hasta los baños públicos y teatros, cada rincón de la ciudad tenía algo que contar. Aprendimos sobre la importancia de la preservación de Pompeya y la importancia de la investigación arqueológica en la comprensión de nuestro pasado.
Pero también fue impactante ver el efecto de la erupción del Vesubio en la ciudad, sobre todo cuando vimos las reproducciones de unos cuerpos encontrados en el huerto.
Aunque las ruinas son impresionantes, Pompeya es un recordatorio de la fuerza y la destrucción que un volcán puede causar. Fue un momento importante para reflexionar sobre los desastres naturales y de cómo hay que prepararse para poder proteger a las personas y los hogares.
Aprovechando nuestra visita aprendimos sobre muchos temas diferentes. Desde la vida cotidiana en el Imperio Romano hasta los volcanes y su naturaleza. Te dejo acá algunas de las cosas que aprendimos allí.
Si bien es una ciudad antigua, Pompeya nos dejó una impresión de cómo era la vida cotidiana en la época. Al visitar Pompeya con niños, descubrimos que la sociedad era muy similar a la nuestra en muchos aspectos.
Visitamos los baños públicos, termas, teatros y un gran anfiteatro donde se realizaban espectáculos y donde por supuesto nos imaginamos ser gladiadores. Además exploramos el interior de muchas casas privadas. Eran elegantes y cómodas, con patios interiores y sus habitaciones decoradas con hermosos frescos y mosaicos.
A los chicos les encantó saber que en Pompeya también había tiendas, bares y restaurantes. Pudimos ver muchas de las fachadas de estos edificios con palabras pintadas. Seguro que igual que hoy en día tenemos carteles.
Por supuesto visitamos los diferentes templos que existen en el recinto y hablamos sobre los dioses y cómo eran los cultos a estos en esa época.
También aprendimos que la ciudad tenía una amplia red de acueductos y un sistema de alcantarillado avanzado para mantener la higiene pública. Por supuesto no dudamos en saltar de piedra en piedra usando este alcantarillado como parte del entretenimiento.
En resumen, visitar Pompeya con niños nos permitió descubrir cómo era la vida en esta sociedad antigua, y nos dejó con una nueva visión del Imperio Romano nueva.
La visita a Pompeya con niños es una oportunidad única para aprender sobre la formación de los volcanes y cómo funcionan, así como sobre los riesgos y la importancia de monitorear y prepararse para erupciones futuras.
En nuestra visita a Pompeya aprovechamos para hablar sobre cómo se forman los volcanes, cuando el magma sale de la tierra y se escupe hacia arriba, creando una montaña. También que el magma proviene de la corteza terrestre y que es impulsado hacia la superficie debido a la presión y la temperatura.
La erupción del Vesubio en Pompeya es un ejemplo de una erupción volcánica violenta que causó daños y destrucción a la ciudad. Por ello aprovechamos para aprender sobre la importancia de monitorear y prepararse para las erupciones futuras. La identificación de las áreas vulnerables y los planes de evacuación temprana en caso de una erupción inminente.
Otro de los temas sobre los que aprendimos fue el trabajo que hacen los arqueólogos y científicos en el yacimiento de Pompeya.
Descubrimos que los arqueólogos investigan y excavan en sitios antiguos para aprender más sobre la historia y la cultura de las personas que vivieron allí hace mucho tiempo.
Su investigación tiene diferentes partes cómo la investigación previa, la excavación, el análisis de artefactos, la conservación y la comunicación.
En resumen, aprendimos que el trabajo de un arqueólogo es una combinación de investigación, aventura y detective, donde se utiliza la ciencia para aprender más sobre nuestro pasado.
Visitar Pompeya con niños fue una experiencia inolvidable que nos quedará guardada en nuestros recuerdos por mucho tiempo.
Descubrimos el Imperio Romano y los volcanes de forma divertida y viviéndolo en primera persona.
Espero que les haya gustado leer nuestra aventura en Pompeya, y estamos encantados de que nos cuentes la tuya si la has visitado ya y si no que nos digas si está entre tus planes de viaje.
Te dejo acá el enlace al artículo que escribí sobre «Aprendiendo sobre la Edad Media en directo» en él te cuento nuestra experiencia en un mercadillo medieval y cómo aprendimos sobre esta preciosa epoda de la historia.
¡Se el primero en enterarte de las novedades!
¡Se el primero en enterarte de las novedades!