Últimamente he estado un poco liada y con mucho trabajo entre Handmade Moments y el restaurante, sin contar por supuesto los dos enanos, pero hoy me dio la vena melancólica gracias a Facebook que se empeña en recordarte toda tu vida.
Y cuando me mostró esta foto de hace ya ¡¡4 AÑOS!! Mi corazón dio un vuelco.
Ser padres...
Hace 4 años nos enteramos que íbamos a ser padres lo que no sabíamos era lo que eso significaba en realidad.
Ser padre es amar a otra persona sin condiciones, y dicho de esta forma parece cliché, pero capaz tendría que explicarme mejor…
Y levantarte a las 7:30 de la mañana en fin de semana, con los ojos cerrados y utilizando un “superpoder de padre” que es ver a través de los párpados, hacer el desayuno y jugar durante horas a lo que en ese momento sea la diversión del momento.
Es aprender lo que de verdad significa la palabra “paciencia” y a intentar no perderla muy seguido.
También es saber sobre medicina, nutrición, magisterio y pedagogía aprendiendo en modo autodidacta. Utilizando el método ensayo y error.
Es que tu corazón salte de alegría cada vez que esa personita aprenda algo nuevo o que simplemente te explique con su lógica simple pero aplastante algo que para vos es tan natural que hasta ese momento había perdido todo sentido.
Y aprender a perdonar en un segundo cualquier cosa, grande, pequeña, intencionada o no. Porque solo con mirarlo a los ojos descifras lo arrepentido que está.
Que no te importe lo que piense el resto del mundo cuando cantas una canción de cuna desafinando cual perro hambriento, porque ese ruido chirriante que emitís logra que cierre los ojos y caiga rendido después de un día de juegos y aventuras.
Es volver a utilizar tu imaginación, esa que tenemos los adultos guardada en un trastero, y viajar a mundos extraordinarios y vivir momentos mágicos juntos.
Ver una simple sonrisa y una pícara mirada y que estas hagan que todas tus barreras emocionales se derrumben.
Y entiender que por esa persona sos capaz de cualquier cosa, porque ella, ellos, son lo que te impulsa a aprender, soñar y alcanzar tus metas.
Porque si algo me recordaron mis hijos, en su corta vida, es que si uno se lo propone nada es imposible.